“La Trilogía del Ser: Explorando las Dimensiones Física, Mental y Espiritual”

Roberto Díaz / @naturaliguate

Ya no estamos en aquellos tiempos donde podíamos observar al ser humano considerando únicamente su parte física.

El tiempo es una variable relativa, lo mencionó una de las grandes mentes del siglo pasado de origen alemán. Y es que han pasado mucho tiempo en relación al origen de la vida y poco tiempo para conocer y ahondar en las dimensiones o cuerpos que conforman al ser humano.

Es hasta ahora y lo menciono con un poco de sarcasmo “los tiempos modernos” que la medicina convencional ha visto a la persona única y exclusivamente como un enfermo que tiene debilitado determinada función orgánica. Y para ello la industria farmacéutica, laborando 24×24 está tratando de identificar los principios activos y medicamentos que mejor respondan a las solicitudes de los galenos para el tratamiento de un buen número de pacientes y enfermedades.

Este pensamiento a mi criterio está bien, pero es incompleto, ya que si hacemos un poco de memoria recordaremos que las culturas antiguas, dedicaron gran parte de su tiempo a conocer, practicar y transmitir diferentes disciplinas que permitían tener un contacto profundo con el mismo ser. Prácticas como la meditación, el yoga, los sonidos o vibración, observación de los astros, entre otros, siempre tuvieron una connotación mística y espiritual que buscaba la armonía y el equilibrio en la salud, mente y espíritu de su población, en otras palabras, la toma de conciencia de nuestra multidimensionalidad.

Todo este conocimiento se ha ido perdiendo a lo largo del tiempo, ha habido mucha persecución a aquellos que tuvieron la ardua tarea de resguardar y transmitir esa información trascendental, debido principalmente a intereses económicos.

A la industria de salud actual, no le interesa que el paciente sane, dejaría de ser negocio, no les traería reditos, ganancias y economía, no sería rentable. Sin embargo, el conocimiento aún está, han logrado sobrevivir a tantos siglos de persecución y anonimato, las claves han estado siempre frente a nosotros, muchas veces disfrazadas, pero que un ojo curioso y buscador de la verdad sí puede observar.

Los tiempos actuales demandan soluciones integrales, el ser humano está compuesto por al menos tres dimensiones, el plano físico, mental/emocional y espiritual, en la medida que estas puedan integrarse y sanarse, verdaderamente se logrará alcanzar un estado de paz, calma y plenitud. No hay otra manera, aún no se ha inventado esa píldora mágica de la que algunas marcas hablan.