La ansiedad y la depresión en nuestros días

Por Zuly Montufar/Psicóloga

La depresión se define como un estado de ánimo bajo, desesperanza, tristeza profunda, pérdida de interés o placer en casi todas las actividades y que además esto se haya experimentado por más de dos semanas.  Algunas personas, además de la depresión pueden estar irritados en lugar de tristes, les falta energía, tienen sentimientos de infravaloración o culpa, dificultad para pensar, concentrarse o tomar decisiones, sienten desesperanza, desanimo o sentimientos exagerados de frustración, incluso por cosas simples. 

Tienen pensamientos recurrentes de muerte o ideas suicidas.  Además de estos malestares es frecuente un deterioro social, laboral o en otra área importante en la vida de la persona.  En algunos casos, sus actividades pueden parecer normales, pero significan para ellos, un esfuerzo mayúsculo.

Algunas personas con depresión tienen alteraciones con la comida, siendo en este caso, la ausencia o el exceso, provocando subidas y bajadas de peso evidentes; las personas cercanas se dan cuenta que se pierde el interés por algo que era sumamente importante para ellos, por ejemplo, dejar de practicar un deporte.  También hay una reducción significativa en el deseo sexual. 

Pueden presentar alteraciones del sueño, hipersomnia o insomnio, que significa el dormir mucho o no dormir nada respectivamente.  Facilidad para el llanto, fobias, ansiedad o preocupación excesiva por la salud, también cefaleas o dolores articulares, angustia, abuso de alcohol u otras sustancias.

La depresión tal como su nombre lo indica, deviene a partir de haber estado acumulando muchísimas cosas en el interior, mucha presión.   Si te has identificado con varios de los síntomas presentados anteriormente, es posible que estés pasando por un episodio depresivo.  Por lo que, es importantísimo “pedir ayuda”. 

Pedir ayuda no es malo, al contrario, es una acción de honestidad contigo mismo y sobre todo de querer sentirse mejor.

Es muy importante que visites a un profesional de la salud, como un médico, o psicólogo, los cuales pueden apoyarte con sesiones de psicoterapia y sí a esto le sumas un tratamiento a base de productos naturales sin duda alguna empezarás a sentirte mejor.

Además, quiero contarte que existen plantas medicinales que son antidepresivos naturales, estas no producen efectos secundarios y ayudan a producir más serotonina y dopamina en nuestro cuerpo. Estas plantas no tienen efectos secundarios, tampoco crean dependencia y nuestro cuerpo puede asimilarlos con mucha facilidad.

La ansiedad es un estado de preocupación excesiva combinada con sensaciones de temor, aprensión, irritabilidad, angustia.  Algunas personas pueden presentar la mayoría de los síntomas y otras, solo algunos, siendo estos:

Sensación de tensión, fatiga, incapacidad de relajarse, inquietud, tendencia a llorar a sobresaltarse.  Pueden presentar alteraciones del sueño como dificultad para conciliar el sueño, sueño intranquilo, sueño interrumpido, cansancio al despertar, terrores nocturnos, pesadillas, insomnio.  Otras personas además pueden presentar dificultad para concentrarse, para recordar y para poner atención.  Dolores o rigidez en los músculos, sacudidas musculares, bruxismo (rechinar de dientes). 

Otras personas pueden escuchar en sus oídos una especie de pito llamado acufeno, vértigo, mareos, hormigueos, sensación de debilidad, oleadas de calor o frío.  Taquicardia, palpitaciones fuertes, dolor en el pecho, sensación de paro cardíaco y de desmayo. Sensación de morir, perder el control o volverse loco.

Opresión u obstrucción torácica, sensación de ahogo o dificultad para respirar, dificultad para tragar, ventosidades, borborigmos (ruidos y movimientos en el estómago), diarrea, pérdida de peso, micción frecuente, amenorrea (desaparición de la menstruación), menorragias (sangrado muy intenso) eyaculación precoz, trastornos de erección, impotencia. Además de sequedad en la boca, tendencia a sudar, manos temblorosas, cara rígida, palidez, cefaleas, pilo erección (piel de gallina involuntaria), tics en el párpado.  Y que todos estos síntomas hayan durado por más de dos semanas o más.

Para saber si padeces de un trastorno de ansiedad o un episodio, primero revisa si te identificas con estos síntomas, luego consulta a un profesional de la salud para descartar la relación de estos síntomas con otro padecimiento físico, es decir con otra enfermedad.  Luego, observa si hay alguna situación que te haya detonado estos síntomas y relaciónalos con la forma en que te sientes.  La ansiedad casi siempre aparece después de haber acumulado en el interior varios acontecimientos.

Finalmente, debes saber que esto es completamente tratable, una vez que se identifique y se trabaje la raíz del problema, que normalmente puede ser a nivel emocional, los síntomas empiezan a desaparecer progresivamente.

Tu terapeuta puede enseñarte algunas técnicas para aplicarlas cuando aparece un ataque de pánico, por ejemplo, los ejercicios de respiración, que te pueden ayudar a reducir la sensación de ahogo y posteriormente a escuchar cada parte de tu cuerpo, que como ya sabes, te brinda un mensaje de tu inconsciente para empezar a sanar.  

A su vez, recomiendo que puedas hacer uso de las plantas medicinales que, con sus principios activos, ayudan a reducir los malestares físicos que la ansiedad provoca y poco a poco recobrar el bienestar.  Los trastornos de ansiedad pueden reducirse hasta desaparecer, pero cada persona funciona de diferente manera, así que los tiempos de recuperación también serán distintos.

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